“Para hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido construido conforme a la teoría revolucionaria marxista–leninista y al estilo revolucionario marxista–leninista, es imposible conducir a la clase obrera y las amplias masas populares a la victoria sobre el imperialismo y sus lacayos”.
(“Fuerzas revolucionarias del mundo uníos, luchad contra la agresión imperialista, noviembre de 1948).
“¿Cómo ejerce el proletariado, a través de su partido, la dirección política sobre todas las demás clases revolucionarias del país? En primer lugar, plantea consignas políticas fundamentales que correspondan al curso del desarrollo histórico, y para convertirlas en realidad, lanza consignas de acción para cada etapa de desarrollo, así como para cada acontecimiento importante. Hemos formulado, por ejemplo, consignas fundamentales como la de “Frente único nacional antijaponés” y la de “República democrática unificada”, y hemos formulado también las consignas de “Poner fin a la guerra civil”, “Luchad por la democracia” y “Resistir al Japón”, como objetivos concretos para la acción común de toda la nación. Sin objetivos concretos como estos, no puede haber dirección política. En segundo lugar, cuando todo país entra en acción en pos de estos objetivos, el proletariado y en especial su vanguardia, el Partido Comunista, deben dar el ejemplo en la realización de dichos objetivos mostrando su ilimitado entusiasmo y devoción. En la lucha por el cumplimiento de todas las tareas del frente único nacional antijaponés y de la república democrática, los comunistas deben ser los más perspicaces, los más dispuestos a sacrificarse, los más firmes y los más capaces de apreciar las situaciones sin ideas preconcebidas; y deben apoyarse en la mayoría de las masas y conquistar su apoyo. En tercer lugar, ciñiéndose al principio de no renunciar jamas a los objetivos políticos que se ha fijado, el Partido Comunista debe engrosar sus filas y mantener su unidad ideológica y su rigurosa disciplina. El Partido Comunista ejerce su dirección política sobre todo el pueblo precisamente por medio del cumplimento de todas estas condiciones. Ellas constituyen la base que garantiza nuestra dirección política y asegura el triunfo completo de la revolución impidiendo que ésta sea socavada por el carácter vacilante de nuestros aliados”.
(“Tareas del partido Comunista de China en el periodo de la resistencia al Japón”, mayo de 1937).
“La oposición y la lucha entre ideas diferentes tienen lugar constantemente dentro del Partido. Este es el reflejo en su seno de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas ideológicas para resolverlas, la vida del Partido tocaría a su fin”.
(“Sobre la contradicción”, agosto de 1937).
“Sucede que la revolución socialista le cae a uno mismo sobre la cabeza. Ya durante la cooperativización agrícola, hubo en el seno del Partido, quienes se pronunciaron en contra, y ante la critica al derecho burgués se muestran resentidos. La revolución socialista está en marcha; con todos, hay incomprensión acerca de dónde está ubicada la burguesía. Justamente está en el seno del Partido Comunista; se trata de los dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Los seguidores del camino capitalista siguen todavía su camino”.
(Pekín Informa N. 11, marzo de 1976).