Compañeros palestinos y demás compañeros árabes residentes en Colombia:
Compañeros y amigos:
Desde cuando los imperialistas montaron por la fuerza el llamado Estado de Israel en territorio de Palestina, no hay paz en el Medio Oriente. Desde entonces, los sionistas israelíes y sus amos imperialistas se han propuesto inutilmente obligar, por medio de la amenaza y la agresión armada, al pueblo palestino y a los demás pueblos árabes, a que reconozcan la existencia de dicho estado como legal y legítima. Siguiendo esta política de bandidos, han desencadenado guerras de conquista y ocupado territorios de Egipto, Jordania y Siria.
Israel es el producto de la agresión imperialista y es más bien una base militar del imperialismo yanqui para ejercer la agresión contra los pueblos árabes. Israel no podría existir sin el sustento económico y militar desde el exterior, por los imperialistas.
Los sionistas israelíes han desterrado al pueblo palestino de su propio territorio, habitado por sus antepasados desde la antigüedad; llegaron como usurpadores y se mantienen allí aplicando una bárbara represión sobre la población árabe.
El pueblo palestino y los demás pueblos árabes pertenecen al Tercer Mundo; ellos, como los demás pueblos asiáticos, africanos y latinoamericanos, sufren la intervención de los imperialistas en sus asuntos internos, el atropello a sus derechos nacionales y el saqueo de sus recursos naturales. Después de muchas décadas de dominio colonial y explotación por parte de los imperialistas ingleses y franceses, los imperialitas alemanes, italianos y estadinenses se lanzaron sobre los países árabes como lobos sobre la presa, para desalojar a los viejos colonialistas. Antes de la II Guerra Mundial, los Estados Unidos entraron a disputarle a Inglaterra el control del petróleo del Medio Oriente y en el curso del conflicto, los imperialistas convirtieron el territorio árabe en campo de batalla, causándole grandes calamidades a los pueblos árabes. Como resultado de esta guerra, el imperialismo norteamericano pasó a ocupar el primer lugar como explotador de los países árabes.
El nuevo colonialismo, practicado por los Estados Unidos después de la última conflagración mundial, ha cometido en corto tiempo muchas agresiones contra los pueblos árabes. Establecieron en el Mediterráneo, de manera ilegal y contra la voluntad de los países mediterráneos, la VI Flota Naval, destinada a ejercer la amenaza y el control sobre los países de la región. Los Estados Unidos se inmiscuyeron en el Medio Oriente a través del pacto militar de Bagdad y sometieron a su control militar a varios países árabes. Desembarcaron tropas en el Líbano en 1958, y han intervanido en Irak, Jordania y Egipto en varias ocasiones. Todas las guerras de agresión desatadas por Israel han sido patrocinadas y apertrechadas por los Estados Unidos.
Es larga la historia de las agresiones de los imperialistas contra los pueblos árabes y aún no ha cesado la intervención, el saqueo y la ocupación militar extranjeros en esa región. Pero el pueblo palestino y demás pueblos árabes, han empuñado las armas y combatido incesantemente a los sionistas e imperialistas. Mediante la guerra han creado una excelente situación revolucionaria en el Medio Oriente y han ganado simpatía y apoyo de todo el mundo.
No habrá paz en el Medio Oriente mientras los territorios árabes ocupados y los territorios y derechos nacionales de Palestina no sean recuperados.
Para llevar a cabo esta sagrada misión, el pueblo palestino ha creado varias organizaciones revolucionarias y está desarrollando la lucha armada en forma de guerrilla y en forma regular, tanto en los territorios ocupados como dentro de las fronteras de Israel. Los heroicos combatientes palestinos han demostrado valor y espíritu de sacrificio en la lucha. Siempre que fortalezcan su unidad y perseveren en la lucha armada, lograrán la victoria. Así ha sucedido en el pasado con las guerras revolucionarias de otros pueblos y recientemente, con la guerra de liberación nacional de Camboya y Viet Nam.
Este hecho merece destacarse. La victoria de Camboya y Viet Nam sobre la más poderosa potencia imperialista de la actualidad, gracias a una prolongada guerra popular, demuestra una vez más que una causa justa es invencible y gana amplio apoyo en todas partes. Esta victoria es también un brillante ejemplo de cómo un país pequeño, cuando se decide a levantarse en guerra popular, con una línea y dirección correctas como guía, puede rechazar la agresión y derrotar a una gran potencia imperialista.
Los acontecimientos mundiales son cada vez más favorables a los pueblos revolucionarios. El movimiento de liberación nacional de Asia, Africa y América Latina ha entrado en un nuevo auge. El imperialismo yanqui, enemigo número uno de los pueblos del mundo, está siendo rechazado en todas partes y ha caído en el desprestigio y el aislamiento internacionales; no cuenta más que con una odiada minoría de reaccionarios vende-patrias famosos por su corrupción y despotismo, como Van Thieu, Lon Nol y otros por el estilo; unos más desvergonzados que otros, pero en el fondo iguales. Pues allá como acá, han negociado con los intereses nacionales y pisoteado la dignidad de la patria. Allá como acá, han enrolado a los países a los bloques políticos y en los pactos militares del imperialismo, aceptando sus órdenes y practicando la división y el enfrentamiento con otros pueblos que son igualmente víctimas del imperialismo, que padecen los mismos males y defienden intereses que les son comunes.
Después de la guerra árabe-israelí de octubre de 1973, los países árabes utilizaron su petróleo, por primera vez, como arma en la lucha contra el sionismo y el imperialismo: suspendieron los suministros de petróleo a los países que apoyaban a Israel y elevaron su precio a un nivel equitativo, contrarrestando de esta manera la actitud de los monopolios extranjeros, que a la fuerza los habían mantenido excesivamente bajos desde la II Guerra Mundial. Esta justa medida puso en dificultades a los imperialistas y demostró que son muy vulnerables. Como resultado, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), encabezada por los países árabes, se fortaleció y aprestigió en todo el mundo y numerosos países del Tercer Mundo se sintieron estimulados y se decidieron por la lucha unificada para defender sus materias primas del saqueo imperialista; sólo en 1974 surgieron 7 organizaciones de países exportadores de materias primas. La ofensiva antiimperialista se ha extendido a otros frentes de lucha como el del derecho a las 200 millas de mar territorial y por un nuevo derecho del mar, que reemplace al viejo derecho colonialista del mar, impuesto por los imperialistas.
Los países del tercer Mundo han hecho aprobar en la ONU la “Declaración sobre la implantación de un nuevo orden económico internacional”, que golpea los privilegios de las potencias imperialistas. Estos países se están apoyando mutuamente y están fortaleciendo su unidad, cosa que desagrada mucho a los opresores imperialistas. Como resultado de esta situación, creada por la lucha y por los éxitos obtenidos por los pueblos revolucionarios del mundo, la justa causa del pueblo palestino y demás pueblos árabes ha ganado apoyo en todas las naciones. La prueba de que las cosas andan bien para los pueblos de Palestina y demás pueblos árabes, es que el año pasado una amplia mayoría de países invitaron a Yasser Arafat, dirigente de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), a hablar en la reunión de la Asamblea General de la ONU, en medio del entusiasmo general de las fuerzas progresistas y del pánico de los reaccionarios.
Una gran marejada anti-imperialista está recorriendo el mundo. Quienes estén contra esta tempestad popular, serán barridos al basurero de la historia. Esa es la suerte reservada a todos los reaccionarios.
El MOIR apoya firmemente la justa lucha del pueblo palestino y demás pueblos árabes contra el sionismo y el imperialismo y se opone a todas sus maniobras contra los intereses de estos pueblos. Apoya la lucha libertadora de los pueblos asiáticos, africanos y latinoamericanos. Apoya la lucha de las masas trabajadoras de los países imperialistas. Apoya la causa de los países no alineados y del Tercer Mundo. El MOIR condena el colonialismo, el racismo, el sionismo, el imperialismo y el hegemonismo, causa de todos los males de los pueblos.
Viva la guerra revolucionaria del pueblo palestino y demás pueblos árabes!
Viva la amistad revolucionaria del pueblo árabe y colombiano!
Viva la victoria de Camboya y Viet Nam!
Viva la revolución mundial!