La Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria estuvo participando durante varios meses en reuniones con otras organizaciones agrarias (Consejo Nacional Campesino, Coordinador Nacional Agrario y ANUC) en búsqueda de acuerdos básicos para adelantar la lucha conjunta por la defensa del campo colombiano y para la realización de un gran Congreso Nacional que se llevaría a cabo los días 7 y 8 de abril del presente año. Lamentablemente, discrepancias políticas e ideológicas y de orden táctico llevaron a que Salvación Agropecuaria se retirara del proceso. La propuesta defendida por esta organización, que seguirá sirviendo de guía para sus luchas, se publica en seguida para conocimiento y estudio de nuestros lectores.
Las políticas antiagrarias que han predominado en el país, especialmente a partir de 1990, desde cuando Estados Unidos, el FMI y las demás agencias internacionales de crédito impusieron la globalización neoliberal, se intensificarán con la entrada en vigor de los acuerdos del Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA (o el respectivo acuerdo bilateral), que traerá más y mayores dificultades y penurias para la producción nacional. En el campo, el ALCA multiplicará las quiebras, los embargos y remates de parcelas y fincas y nuestra economía agraria tendrá que limitarse sólo a lo que Estados Unidos no esté en capacidad de producir, o sea, lo que llaman cultivos tropicales.
Campesinos, indígenas, asalariados agrícolas y no pocos empresarios rurales verán cómo siguen aumentando los impuestos, las tarifas de servicios públicos, los peajes y sobretasas que les encarecen la producción, mientras nada se hace para aliviar las urgentes necesidades del campo. Al contrario, se continuará con el debilitamiento y cierre de las instituciones oficiales que en algo los ayudaban en sus problemas, como ha ocurrido con el Idema y la Caja Agraria y se pretende hacer con el Incora, el INAT y el ICA.
Esta crisis agraria nacional tiene a miles y miles de compatriotas al borde de perder hasta sus tierras, por no poder pagar sus deudas bancarias, y les niega a muchos la posibilidad de acceder a ese instrumento de producción,, mientras los gobiernos, obedeciendo las políticas imperialistas, hacen demagogia con planes de refinanciación que les dan más ganancias a los banqueros y que apenas aplazan el momento del remate de los endeudados, prolongando sus dificultades; o amarran a los campesinos de por vida, sometiéndolos a las cadenas y «alianzas», en las que el agricultor produce para la gran empresa según las normas, exigencias, precios y plazos que ésta les impone.
Por lo anterior, la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria les propone a las demás organizaciones que están comprometidas con el impulso y realización del Congreso Agrario Nacional del 7 y 8 de abril los siguientes puntos programáticos de unidad.
1. Defendemos la soberanía nacional, la seguridad alimentaria y el mercado interno como pilares insustituibles del progreso de Colombia y del bienestar de los colombianos, y consideramos la economía rural como componente estratégico de una política en tal sentido. Pedimos el cierre de las importaciones agropecuarias y la eliminación de las decisiones que faciliten la entrada al país de aquellos productos del agro que podamos producir.
2. Rechazamos los acuerdos de comercio internacional que, al servicio de los intereses del capital multinacional, vulneren la producción y distribución nacional de alimentos. Por ello nos oponemos a la inclusión de Colombia en el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, o a la firma de un acuerdo bilateral impuesto por Estados Unidos en su proceso de recolonización de América Latina. Rechazamos las maniobras del gobierno norteamericano y los de otros países desarrollados para deprimir los precios del café y demás productos del agro, aumentando las inmensas ganancias de las comercializadoras mundiales.
3. Reclamamos la defensa de la producción nacional y, en consecuencia, exigimos: a) Establecimiento de precios de sustentación rentables y respaldo estatal a la comercialización agropecuaria interna; b) Suministro de créditos abundantes, oportunos y baratos para los productores rurales c) Apoyo estatal a la investigación, la educación y la capacitación agrícolas, a los servicios de asistencia técnica y al mantenimiento y construcción de distritos de riego; d) Control a las alzas de insumos, impuestos y tarifas de servicios públicos; e) Aprobación de medidas contra el monopolio de las trasnacionales en el comercio de los agroquímicos y de los avances científicos y tecnológicos y aplicación efectiva del decreto 459 sobre la producción y venta efectiva de los genéricos; f) Fortalecimiento de las instituciones de apoyo al sector agropecuario.
4. Exigimos la condonación general de las deudas agropecuarias, suspensión de los procesos judiciales en curso y de los remates y embargos contra los productores rurales.
5. Pedimos la preservación de nuestro patrimonio genético y del medio ambiente y la explotación racional de los recursos naturales.
6. Rechazamos las fumigaciones para los cultivos tipificados como de uso ilícito y, al contrario, reclamamos soluciones pacíficas y concertadas con las comunidades, las cuales deben estar acompañadas de procesos de verificación de los acuerdos que se pacten.
7. Exigimos respeto a la vida y garantía efectiva para los derechos civiles, políticos, económicos y culturales de las personas y organizaciones y, entre ellos, los de expresión, movilización y protesta.
8. Pedimos solución política negociada al actual conflicto armado. Reclamamos el cese al desplazamiento forzado, y el retorno voluntario, con dignidad y garantías.
9. Exigimos preservar los derechos históricos de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
10. Reclamamos el reconocimiento al carácter productivo del trabajo de la mujer rural, medidas positivas de reparación y contra la discriminación, afianzamiento de su identidad cu ltural e impulso a sus procesos organizativos.
11. Exigimos el cumplimiento de los acuerdos que los diferentes gobiernos o entidades del Estado han suscrito con los productores rurales en los diferentes paros y movilizaciones adelantados para exigir soluciones a los problemas del campo.
Bogotá, febrero 15 de 2003