Como resultado de años de esfuerzos, nuestro Partido logró un gran avance en las recientes elecciones de la CUT, la mayor central obrera del país, y alcanzó en varias de sus seccionales una significativa representación. Igual aconteció en los comicios de Fecode y la USO, tan importantes por su peso político y por el número de afiliados.
Con extraordinario respaldo expresado en los 21.547 votos, las tres listas del MOIR eligieron a Gustavo Triana, Diógenes Orjuela y Álvaro Morales como nuevos miembros del Comité Ejecutivo de la CUT, ocupando los puestos 6°, 15° y 16° en el orden de votación. Estos resultados superan ampliamente la votación alcanzada en las elecciones anteriores, donde obtuvimos 12.300 votos en lista única, y reflejan el arraigo en el seno del movimiento sindical de una posición revolucionaria y antimperialista, opuesta a las corrientes que concilian y se acomodan a las políticas de globalización.
Resultados similares obtuvimos en Fecode, donde fueron elegidos Raúl Arroyave, con 8.215 votos, la votación mayoritaria; Medardo Hernández, con 5.645, y Elías Fonseca, con 5.296, puestos 9° y 10° dentro de los 15 elegidos.
Durante la campaña electoral, nuestro Partido desplegó la más intensa jornada de reuniones, conferencias, entrevistas radiales y de TV, y publicó numerosos boletines, periódicos, plegables y afiches para explicar el programa y las consignas del Partido.
El respaldo obtenido en los Comités Ejecutivos de CUT y Fecode se complementa con los positivos resultados en las elecciones regionales de CUT, en las que elegimos a más de 30 miembros ejecutivos en Atlántico, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cesar, Córdoba, Huila, Meta, Norte de Santander, Risaralda, Santander, Sucre y Valle. En algunas de las seccionales obtuvimos la Presidencia, como es el caso de Luis Mendoza en Bolívar, de Robinson Olivares en Cesar y Tulio Álvarez en Sucre. También conseguimos la secretaría general en el Meta, con Timoteo Romero; la segunda vicepresidencia en Risaralda, con Gonzalo Arango; la fiscalía en Boyacá, con Víctor Dávila: la secretaría general en Santander, con Alfredo Muñoz.
En Bolívar, también quedaron en la junta seccional Luis Carlos Fuentes, Carmelo Medina, Luis Ballesteros, Árlex Arias e Inalides Castro. En Cauca, Mery Benavides. En Cesar, la lista encabezada por Victoria Avendaño sacó 19 renglones de 21, entre quienes se encuentran nuestros camaradas Denis Casado, Dora Novoa y Miguel Mojica. En Huila, Gloria Zárate y Belén Cuéllar. En Norte de Santander, Pablo Martínez. En Santander, Enrique Guarín. En Sucre, junto con el camarada Tulio Álvarez, los compañeros Bertulio Carrascal, Édgar Hermosilla, William Paternina, Julián Ángel Rodríguez, Carmen Barreto y Luis Arroyo C. Y en Valle, en coalición, Javier Silva.
La USO
Gratificante reconocimiento por parte de las bases y los dirigentes logró nuestro Partido con la elección de Rodolfo Gutiérrez Niño como presidente de la Unión Sindical Obrera, USO. En las elecciones, celebradas en junio, elegimos además a Roberto Schmalbach, Gerardo García, Danilo Sánchez, Germán Osman y Julio Díaz a la Junta Nacional, junto con otros compañeros que conforman la Asamblea Nacional de Delegados.
Este equipo representa un puntal importante en el propósito de trabajar junto al resto del sindicato para resistir con valentía la ofensiva que el gobierno y las multinacionales adelantan contra Ecopetrol y los trabajadores.
Programa de lucha
Los siguientes fueron los puntos enarbolados en la reciente campaña por los candidatos del MOIR a la CUT
El principal problema de Colombia es la dominación imperialista
La raíz de todos los males que aquejan a la nación colombiana está en la política imperialista que el gobierno de Estados Unidos les impone a los países pobres: pérdida de la soberanía, empobrecimiento de la población, quiebra de la producción nacional y saqueo de los recursos naturales.
Este es el asunto central de nuestras relaciones con Estados Unidos y lo que explica la imposición del modelo neoliberal. Es a esa relación a la que debemos la pérdida del mercado interno, la violación permanente de la soberanía nacional, el crecimiento de la deuda externa, la imposición de políticas económicas y sociales por los organismos multilaterales de crédito, el abaratamiento de la mano de obra, el creciente desempleo y el recorte de las libertades sindicales y democráticas, entre otros males, que no podrán resolverse sin el previo requisito de recobrar la soberanía e independencia del país.
La tarea principal del movimiento obrero es concretar la más amplia resistencia contra la dominación imperialista: combatir sin desfallecer las privatizaciones, la apertura económica, el saqueo de los recursos naturales y la flexibilización del régimen laboral, y acompañar solidariamente todas las luchas y reclamos de los sectores sociales afectados por el neoliberalismo.
La CUT debe crecer y fortalecerse
como una organización de clase
La arremetida del imperialismo y los gobiernos de turno ha debilitado enormemente al movimiento sindical colombiano. La quiebra de la producción industrial y agraria, la pérdida e inestabilidad del empleo, las políticas antisindicales y antidemocráticas en boga, entre otros fenómenos, han disminuido sustancialmente el número de organizaciones sindicales y de trabajadores organizados.
El problema se ha de resolver multiplicando los esfuerzos en la organización, educación y cualificación de nuevos cuadros, y no planteando como alternativa la informalidad de la central, pues esto no es otra cosa que acomodarse a la globalización imperialista y negar el carácter clasista del movimiento sindical. No es correcto abrir la central a todas las organizaciones sociales y ONG. No puede ser que organizaciones distintas a los trabajadores resuelvan los destinos del movimiento sindical. Una decisión como esta hará perder posición y efectividad en la lucha de resistencia.
La CUT debe ser independiente de gobiernos
y patronos y no alineada internacionalmente
El antecedente de los directivos de la CUT que han salido para el Ministerio del Trabajo o para cargos diplomáticos y la evidente pérdida de independencia y autonomía en las relaciones internacionales, particularmente con la CIOSL, nos motivan a reclamar la autonomía de la central frente a gobiernos y patronos y a estipular unas relaciones internacionales basadas en la independencia. Por eso no estamos de acuerdo con la afiliación a ninguna de las confederaciones mundiales, ni con la práctica de recibir ayudas y asistencias que traigan como contraprestación adhesiones o compromisos que empeñen la política de la central.
La CUT y el nuevo gobierno
Es claro para todo el movimiento sindical que con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez habrá un ahondamiento de las políticas neoliberales, se mantendrá el nefasto propósito de incluirnos en el ALCA y se recortarán sustancialmente las libertades sindicales y ciudadanas. Asuntos estos que hacen más perentorio el cambio de actitud en las centrales obreras para encabezar la oposición contra tales despropósitos y defender los intereses de una nación que está siendo sumida en situaciones de extrema pobreza y atraso. La CUT ha de asumir un papel protagónico en esta tarea.
Declaración del MOIR
Sobre la CUT y Fecode
Una vez elegido el nuevo Comité Ejecutivo Nacional de la CUT, once de sus miembros constituyeron una coalición mayoritaria integrada por Boris Montes y Ramón Támara, miembros del PSOC, Alvin Anaya, de Unidad Democrática, Benjamín Rizo, de Convergencia Ciudadana, Tarsicio Mora y María del Carmen Trujillo, de Maestros Unidos, Carlos Rodríguez, del Partido Liberal, y Patricia Buriticá, Fabio Arias, Osvaldo Cuadrado y Hernán Correa. Como acto inaugural, esta coalición recurrió a la más burda antidemocracia: impuso de manera sectaria una designación de los cargos directivos de ese Comité que privó de vocería al resto de sus miembros, muy a pesar de que los excluidos obtuvieron cerca de cien mil votos, la mitad de la votación total. Un fenómeno de naturaleza similar aconteció a raíz de las elecciones que definieron la integración del Comité Ejecutivo Nacional de Fecode. Allí, un grupo mayoritario, tan pronto se conformó, se apresuró a desplazar de los principales cargos de representación a tres ejecutivos, militantes del MOIR, desconociendo arbitriamente la apreciable suma de votos que alcanzaron y no obstante que uno de ellos, Raúl Arroyave, obtuvo la votación más alta.
Como una prolongación de este atropello contra la democracia sindical, miembros adscritos al mismo grupo destituyeron de la presidencia de Adida, la organización del magisterio en el departamento de Antioquia, a Alfonso Berrío, también militante del MOIR, lo que evidencia una abierta persecución contra nuestro partido. En efecto, dirigentes de la UD, el Partido Liberal, Maestros Unidos de Tarsicio Mora, el MID y el PSOC, por propuesta de un miembro de esta última agrupación, Rosalba Gómez, arremetieron mediante esa destitución contra la conducción consecuente y democrática que Alfonso Berrío le ha dado al magisterio antioqueño en los últimos tres años. El motivo que se adujo para tal tropelía fue la firme y justa crítica que el compañero Alfonso Berrío desplegó contra la inconsecuente posición de la mayoría del Comité Ejecutivo de Fecode, de negarse a convocar al magisterio al paro del pasado 30 de octubre promovido por las centrales obreras.
Rechazamos la decisión de discriminar y excluir a dirigentes que representan vastos sectores de trabajadores, pasando por encima tanto del volumen de su votación y de su trayectoria en el movimiento obrero. Tal actitud riñe con la democracia que debe regir en el movimiento sindical, de respetar las distintas expresiones políticas de los trabajadores, y más si representan a un considerable sector de las bases.
La corriente del MOIR en la CUT y Fecode continuará guiándose por los postulados con que adelantamos la campaña electoral:
Lucha contra la recolonización imperialista y las políticas de apertura y privatizaciones.
Lucha contra la anunciada imposición del ALCA.
Lucha para que la CUT y Fecode sean independientes del gobierno y los patronos, así como de las organizaciones sindicales influidas por el imperialismo.
Lucha decidida contra el gobierno de Uribe y sus políticas antiobreras y antipopulares, entre las que se encuentran el referendo y las reformas pensional, laboral, tributaria y del Estado.
En consecuencia, nos opondremos resueltamente a las posturas conciliadoras que pretenden postrar al movimiento sindical ante la voraz arremetida del gobierno y el imperialismo, posturas que cifran todas sus esperanzas en la concertación, a la vez que descalifican toda auténtica manifestación de resistencia de los trabajadores.
Movimiento Obrero, Independiente y Revolucionario, MOIR
Comisión Obrera Nacional
Bogotá, 8 de noviembre de 2002