Cuando en las horas de la mañana del 7 de noviembre se dirigía por la carretera que de Chinchiná conduce a Manizales a iniciar sus labores políticas como dirigente del MOIR en Caldas y diputado de la Asamblea en ese departamento, Oscar Gutiérrez Reyes fue víctima de un atentado criminal sin que los sicarios que lo perpetraron, a pesar de las heridas a bala que le causaron, pudieran lograr su propósito de asesinarlo.
Oscar Gutiérrez ha consagrado su vida a la defensa de los intereses y el progreso de la población de Chinchiná y de todo Caldas, especialmente de su sector rural desde sus cargos de dirección en Unidad Cafetera Nacional. Esa enjundiosa labor la ha desempeñado también como integrante del Concejo de Chinchiná y ahora como diputado de la Asamblea, luego de que, en reconocimiento, numerosas gentes lo eligieran como su auténtico vocero en dichas corporaciones.
Que en medio de la borrasca de violencia que soportan los colombianos, siniestras fuerzas quieran eliminar a tan calificado miembro del MOIR, es un hecho no solo repudiable por toda persona de bien sino que pone en entredicho la vigencia de suficientes garantías que por mandato constitucional debe proporcionar el gobierno que preside Álvaro Uribe para que los militantes de nuestra organización, tanto los que ocupan cargos en las corporaciones públicas, empezando por nuestro senador, Jorge Enrique Robledo, como los centenares entregados a actividades en diversos estamentos sociales a lo largo del territorio nacional, puedan ejercer sus derechos democráticos y políticos libres de todo riesgo para sus vidas .
El MOIR, que durante su trayectoria ha mantenido una indeclinable posición de resistencia ante las políticas que viene imponiendo Estados Unidos en connivencia con los distintos gobiernos, políticas que han conducido a la actual crisis que atraviesa nuestra nación, nunca ha cohonestado ni recurrido a acciones o expedientes que lesionen la integridad de ningún colombiano, pues su conducta guarda plena armonía con los fines democráticos y patrióticos que motivan su lucha.
En consecuencia, y con el impecable título que nos otorga el contenido de nuestra línea política y los métodos que utilizamos para aplicarla, denunciamos y condenamos de manera categórica este alevoso atentado contra el compañero Oscar Gutiérrez, convencidos de que la columna vertebral de nuestra nación, los más de cuarenta millones de compatriotas inmersos en la forja laboral y productiva, finalmente prevalecerá en salvaguardar la existencia de todos aquellos que estén al servicio de sus más altos intereses.
Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR)
Comité Ejecutivo Central
Héctor Valencia, secretario general
Bogotá, 8 de noviembre de 2002