Declaración: LONDOÑO HOYOS DEBE SER DESTITUIDO DE MANERA INMEDIATA

Jorge Enrique Robledo, Senador de la República,
Manizales, 22 de Febrero de 2003.

De acuerdo con un titular de El Tiempo de hoy 22 de febrero, el ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño Hoyos, quien actúa como principal vocero del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, afirmó: “Farc resultaron amigas de los abstencionistas”, refiriéndose a quienes en diversas formas ya han expresado su reticencia a participar en el referendo del uribismo y, en especial, a quienes estamos en campaña alertando al resto de colombianos para que adopten esa misma conducta y se abstengan de votarlo.

A pesar de sus repetidas demasías antidemocráticas, este ministro autoritario y deslenguado nunca se había atrevido a tanto, porque así hubiese intentado matizar su retrógrado exabrupto su objetivo es obvio: descalificarnos mediante una insinuación tan mañosa como falsa en materia gravísima, puesto que, en medio de tan agudas contradicciones políticas y sociales como las que atraviesa Colombia, equivale a estigmatizarnos y a convertirnos en blanco de alguna de las mortales violencias que la azotan.

Y esta felonía la comete un ministro que tiene que saber que la casi totalidad de quienes nos oponemos al referendo lo hacemos con criterios de resistencia civil a las concepciones autoritarias y neoliberales del gobierno, oposición que no recurre a la violencia ni para presionar ni para atentar contra nadie y que es la que precisamente explica por qué crece entre los colombianos la abstención al referendo bonapartista de Uribe y por qué su alter ego, Londoño Hoyos, desesperado ante el riesgo de su fracaso, comete una irresponsabilidad tan grande que ningún compatriota con espíritu demócrata, sensato y civilizado puede dejar pasar como otra más.

Aún cuando no me hago ilusiones con respecto a que uno sea el pensamiento de Londoño Hoyos y otro el de Uribe Vélez, una barbaridad de estas proporciones no debe conducir a nada distinto que a la destitución fulminante del ministro. Otra posición del Presidente sería seguir alentando, mediante la amplificación de los medios de comunicación y con toda la autoridad del Estado, afirmaciones que aun en privado son absolutamente repudiables.