Declaración de Jorge Enrique Robledo: SE INICIA EN SERIO «REVOLUCION EDUCATIVA»

Uribe Vélez confirma raponazo al SENA y su afán de debilitarlo.

El 1º de octubre, ante las comisiones séptimas de Cámara y Senado, el gobierno tuvo que destapar la maniobra con la cual procura el marchitamiento del SENA, que consiste en arrebatarle por lo menos 295 mil millones de pesos de los recursos a los que tiene derecho para el próximo año, o hasta 395 mil millones si no se le suman al presupuesto, ya aprobado por las comisiones económicas del Congreso, 100 mil millones que el Ejecutivo ofreció adicionar. La pretensión oficial es birlarle la mitad de los recursos a la principal entidad de capacitación laboral del país.

El viceministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, hizo gala de cinismo al explicar ante los congresistas la manera como se las ingeniaron para hacer el recorte, y violar de paso la Constitución Nacional, que prohíbe utilizar los recursos parafiscales, como son los del Sena o el Icbf, para fines distintos a los taxativamente establecidos. El truco consistió en apropiarse de 295 mil millones de esos dineros, propiedad exclusiva del SENA, y darle por retribución unos títulos de tesorería (TES), para que aparezcan en sus balances, además de la promesa de redimir los bonos en un futuro incierto, «cuando las condiciones fiscales del país lo permitan», según lo manifestó el mencionado funcionario.

Pero la gravedad del designio oficial se revela aún más con el anuncio que hizo ante dichas Comisiones el ministro de Trabajo y Salud, Juan Luis Londoño. Dijo el alto funcionario que la intención del gobierno consiste en imprimirle al SENA «propósitos nuevos», destacando entre ellos, el «desarrollo exhaustivo de la educación virtual», con énfasis en una «cátedra virtual de empresarismo».

Lo anterior completa el cuadro. El gobierno le arrebata a la entidad, en el mejor de los casos, por lo menos 37% de los recursos que le corresponden legalmente y los reemplaza por papeles, lo que obligatoriamente la conduce a incumplir las funciones que ha desarrollado durante décadas. Así, luego de hacerle perder su sitial como una de las instituciones de educación pública más valiosas y apreciadas por las mayorías nacionales, el uribismo le ofrece como perspectiva que se vaya convirtiendo en un «sitio» inocuo de «capacitación» por internet. Todos los colombianos, comenzando por los profesores, estudiantes, trabajadores y padres de familia del SENA, debemos iniciar desde ya la más amplia campaña de resistencia civil para impedir que el gobierno de la «revolución educativa» destruya este patrimonio de los colombianos. Nosotros apoyaremos las decisiones que con ese objeto tomen los mencionados estamentos, y nos uniremos en el Congreso con todos los parlamentarios que se opongan a este nefasto plan gubernamental.