Del 24 al 28 de agosto se efectuó en Pekín el X Congreso Nacional del Partido Comunista de China, presidido por el camarada Mao Tsetung, el más grande combatiente proletario de nuestro tiempo, líder del pueblo chino y maestro de todos los revolucionarios del mundo, en cuyas manos se mantiene incólume y cada día más triunfante la gloriosa bandera roja del marxismo-leninismo en la lucha implacable contra el imperialismo yanqui y la camarilla social imperialista de falsos revolucionarios que detenta el poder en la Unión Soviética.
En nombre del Comité Central, el camarada Chou En-Lai hizo el informe político y el camarada Wang Jung-wen un informe sobre los Estatutos del Partido. El Congreso eligió el nuevo Comité Central del Partido mediante votación secreta luego de reiteradas consultas y debates entre los 1.249 delegados que, con el apoyo democrático de las masas de dentro y fuera del Partido, habían sido elegidos para asistir al Congreso, 67% eran obreros, campesinos y soldados y más del 20% mujeres.
Entre los 195 miembros principales y 124 suplentes del Comité Central figuran revolucionarios proletarios de la vieja generación que participaron en la Primera y Segunda Guerras Civiles Revolucionarias durante los primeros años de existencia del Partido, cuadros dirigentes de diversos frentes que pasaron por las pruebas de fuego de la Guerra de Resistencia contra el Japón. La Guerra de Liberación y la Guerra de Resistencia a la Agresión Norteamericana y de ayuda a Corea, luchadores destacados en los tres grandes movimientos revolucionarios -la lucha de las clases, la lucha por la producción y la experimentación científica, y la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción durante el período de la revolución socialista, y camaradas jóvenes ingresados al Partido desde el comienzo de la Gran Revolución Cultural Proletaria.
CAÍDA Y FUGA DE LIN PIAO
El trascendental informe de Chou En-lai versa principalmente sobre la línea del IX Congreso efectuado en abril de 1969, sobre la derrota y liquidación de la camarilla antipartido de Lin Piao y sobre la situación actual y las tareas que se plantean al Partido Comunista hermano de China. A continuación transcribimos algunos de los principales extractos del informe:
El aplastamiento de la camarilla antipartido de Lin Piao es la mayor victoria lograda por nuestro Partido después del IX Congreso y es un duro golpe para el enemigo dentro y fuera del país, destaca Chou En-lai, y señala que después del incidente del 13 de septiembre de 1971, cuando al haber fracasado en sus intentos de agosto de 1970 para dar un golpe de Estado contrarrevolucionario y de marzo de 1971 para dar un nuevo golpe de Estado armado con el fin de asesinar al Presidente Mao y crear otro Comité Central, Lin Piao tomó secretamente un avión para entregarse a los revisionistas soviéticos, traicionando al Partido y a la Patria, y pereció estrellándose en Undur Khan, Mongolia.
Desde entonces, agrega el informe, todo el Partido, todo el ejército y los centenares de millones de seres del pueblo han discutido seriamente el asunto y desatado a escala nacional una campaña de crítica a Lin Piao y de rectificación del estilo de trabajo, han estudiado concienzudamente el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, han desplegado la crítica revolucionaria de masas a Lin Piao y otros estafadores de la misma ralea, han ajustado las cuentas ideológica, política y organizativamente a sus crímenes contrarrevolucionarios y han elevado la capacidad para distinguir el marxismo verdadero del falso.
UNA CAMPAÑA A FONDO
Gracias a esta campaña, Chou En-lai subraya que la línea del IX congreso ha calado con mayor profundidad en el corazón y la mente del pueblo. Esta línea y las diversas políticas proletarias del Partido han sido aplicadas aún mejor. Se han logrado nuevos éxitos en la lucha, crítica, transformación en todas las esferas de la superestructura. se han puesto en juego el estilo de trabajo que consiste en buscar la verdad en los hechos y practicar la línea de masas, y la gloriosa tradición de modestia, prudencia, y trabajo duro, estilo y tradición menoscabados por Lin Piao.
El Ejército Popular de Liberación de China, que prestó nuevos servicios meritorios en la Gran Revolución Cultural Proletaria, ha hecho nuevas contribuciones al reforzar los preparativos para enfrentar la guerra y al participar en la revolución y la construcción junto con el pueblo. Se ha hecho aún más firme la gran unidad revolucionaria del pueblo de las diversas nacionalidades chinas bajo la dirección del proletariado y sobre la base de la alianza obrero-campesina. Desechando lo viejo y asimilando lo nuevo, nuestro Partido ha llegado a ser hoy un destacamento de vanguardia del proletariado aún más vigoroso y compuesto por 28 millones de militantes, prosiguió diciendo Chou En-lai.
Más adelante enfatizó: El pueblo chino ha vencido los sabotajes de la camarilla antipartido de Lin Piao, ha superado graves calamidades naturales y ha conquistado nuevas victorias en la construcción socialista. Es buena la situación de la industria, la agricultura, el transporte, las finanzas y el comercio de nuestro país. No tenemos deudas externas ni internas, los precios se mantienen estables y el mercado permanece próspero. Se han registrado también muchos nuevos éxitos en la cultura, en la enseñanza, en la salud pública, la ciencia y la técnica.
En el plano internacional, prosiguió, nuestro Partido y nuestro gobierno han aplicado resueltamente la política exterior trazada por el IX Congreso, se ha reforzado en mayor grado nuestra amistad revolucionaria con los hermanos países socialistas y con los auténticos partidos y organizaciones marxistas-leninistas de diversos países, así como nuestras relaciones de cooperación con los países amigos. Sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, China ha establecido relaciones diplomáticas con un número creciente de países. Ha sido restituido a nuestro país su legítimo puesto en las Naciones Unidas. La política de aislar a China ha caído en bancarrota. Las relaciones sino-norteamericanas han experimentado cierta mejora. Se han normalizado las relaciones entre China y Japón. Nuestro pueblo y los demás pueblos del mundo han ampliado sus contactos amistosos y se han ayudado y apoyado mutuamente, impulsando así el continuo desarrollo de la situación mundial en un sentido favorable para los pueblos de los diversos países.
LOS COMUNISTAS VERDADEROS Y LOS FALSOS
Más adelante muestra el informe que la esencia de la línea revisionista contrarrevolucionaria que seguían Lin Piao y su puñado de cómplices y el criminal objetivo que se proponían al montar el golpe de Estado armado contrarrevolucionario consistían en usurpar el poder supremo del Partido y del Estado, traicionar totalmente la línea del IX Congreso, alterar en forma radical la línea y la política fundamentales del Partido para toda la etapa histórica del socialismo, convertir al Partido Comunista de China marxista-leninista en un partido fascista revisionista, subvertir la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo. En el país, trataban de poner nuevamente en pie a la clase terrateniente y a la burguesía, que nuestro Partido, ejército y pueblo habían derrotado con sus propias manos bajo la dirección del Presidente Mao, y pretendían implantar una dictadura fascista feudal-compradora. En el plano internacional, querían capitular ante el social imperialismo revisionista soviético y aliarse con el imperialismo, el revisionismo y la reacción para oponerse a China, al comunismo y a la revolución.
En el Manifiesto del Partido Comunista, prosigue Chou En-lai, señalaban Marx y Engels: “Todos los movimientos han sido hasta ahora realizados por minorías o en provecho de minorías. El movimiento proletario es el movimiento independiente de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa mayoría”. El Presidente Mao ha planteado como uno de los requisitos principales para los continuadores de la causa de la revolución el “trabajar por los intereses de la gran mayoría de la población china y del mundo”, y este requisito está escrito en los Estatutos del Partido.
¿Construir un partido en interés de la inmensa mayoría o en el de la minoría? He aquí la línea divisoria entre un partido proletario y un partido burgués y la piedra de toque para distinguir a los auténticos comunistas de los falsos.
LA LUCHA INTERNA
Lin Piao y sus semejantes, dirigentes seguidores del camino capitalista, quienes trabajan tan sólo por los intereses de una minoría, alimentaban ambiciones tanto mayores cuanto más elevada era su posición, sobrestimaban sus propias fuerzas y subestimaban las del pueblo, ya no pudieron seguir más agazapados y tuvieron que saltar a la palestra a medir sus fuerzas con el proletariado. Cuando Lin Piao intentó “decir su palabra decisiva” respondiendo a las necesidades de los enemigos de clase internos y externos y obedeciendo a la batuta de los revisionistas soviéticos, fue cuando se desenmascaró totalmente y se declaró en completa bancarrota.
Engels tenía razón cuando decía: “El desarrollo del proletariado transcurre por doquier en medio de luchas internas”, “y si alguien ha luchado, tal como Marx y yo lo hemos hecho toda nuestra vida, contra los falsos socialistas más que contra nadie (ya que a la burguesía sólo la tomamos como clase y casi nunca nos hemos lanzado a combates individuales con burgueses), entonces no va a sentir mucha pena porque haya estallado la ineludible lucha”. (Carta de F. Engels a A. Bebel, 28 de octubre de 1882).
Chou En-lai tras recordar la enseñanza del camarada Mao, según la cual “el que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo”, prosigue afirmando que se derrumbará una línea incorrecta, aún cuando controle la dirección de las autoridades centrales, de las autoridades locales y del ejército. Quien siga una línea correcta llegará a tener soldados aunque ahora no tenga ninguno y conquistará el Poder político aunque no lo tenga ahora. De esto habla la experiencia histórica tanto de nuestro Partido como del movimiento comunista internacional desde los tiempos de Marx. Lin Piao quería “tenerlo todo bajo su mando y disposición”. Pero terminó por no tener nada bajo su mando ni a su disposición. El quid del problema reside en la línea. Esta es una verdad infalible.
EL GRAN DESORDEN
El informe comprueba que, desde la muerte de Lenin, la situación mundial ha experimentado grandes cambios, pero no ha cambiado la época. Los principios fundamentales del leninismo no se han hecho anticuados, siguen siendo la base teórica que guía hoy nuestro pensamiento.
La situación actual, prosiguió, se caracteriza por un gran desorden bajo los cielos. “En la torre brama el viento; se acerca la tormenta de la montaña”. Esto describe acertadamente la manifestación actual de las diversas contradicciones fundamentales del mundo, analizadas por Lenin en su tiempo. La distensión es un fenómeno temporal y superficial, y el gran desorden continuará. Este gran desorden es una buena cosa y no una mala cosa para los pueblos. Trastorna a los enemigos y provoca su división, despierta y da temple a los pueblos e impulsa el subsiguiente desarrollo de la situación internacional en un sentido favorable a los pueblos y desfavorable al imperialismo, al revisionismo contemporáneo y a la reacción mundial.
Más adelante enfatiza Chou En-lai que el despertar y el robustecimiento del tercer Mundo constituyen un gran acontecimiento en las relaciones internacionales en nuestra época e indica que las grandes victorias que han logrado los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya en sus guerras contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional alientan vigorosamente a los pueblos del mundo entero en su lucha revolucionaria contra el imperialismo y el colonialismo. Los países quieren la revolución: esto ha llegado a ser una corriente histórica irresistible.
LAS DOS SUPERPOTENCIAS
El informe recuerda la orientación dada por Lenin según la cual “para el imperialismo es sustancial la rivalidad de varias grandes potencias en la aspiración a la hegemonía”. Hoy, agrega, son principalmente las dos superpotencias nucleares, los Estados Unidos, y la Unión soviética, las que se disputan la hegemonía. Mientras todos los días vociferan sobre el desarme, todos los días practican de hecho la expansión armamentista. El fin que persiguen es contender por la hegemonía mundial, disputan entre sí y al mismo tiempo se confabulan. La colusión tiene como objetivo una mayor disputa. La disputa es absoluta y prolongada en tanto que la colusión es relativa y temporal. La declaración del año en curso como año de Europa y la celebración de la Conferencia de Seguridad Europea demuestran que, estratégicamente, el punto clave de su disputa es Europa. Occidente trata siempre de empujar hacia Oriente a los revisionistas soviéticos, derivando este peligro hacia China, y quedará tranquilo con tal de que todo permanezca sin novedad en Occidente.
China es un exquisito pedazo de carne, codiciado por muchos. Pero es muy duro de roer y desde hace muchos años nadie ha sido capaz de hincarle el diente. Desarrollando el principio de que “el pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia”, Chou En-lai advierte: la ambición de las dos potencias hegemónicas -los Estados Unidos y la URSS- es una cosa, y el que la puedan hacer realidad o no, es otra. Intentan devorar a China pero la encuentran dura de roer, y lo son también Europa y el Japón, para no hablar del inmenso tercer mundo. Con su derrota en la guerra de agresión contra Corea el imperialismo norteamericano comenzó a deslizarse cuesta abajo. Ha reconocido abiertamente su creciente decadencia, y se ha visto precisado a retirarse de Vietnam. En estos últimos veinte años, desde Jrushov a Brezhnev, la camarilla gobernante revisionista de la Unión Soviética ha hecho degenerar a su país de socialista en socialimperialista. En el país, ha restaurado el capitalismo, practica una dictadura fascista y mantiene esclavizados a los pueblos de las diversas nacionalidades profundizando cada día más las contradicciones políticas y económicas, así como las existentes entre las nacionalidades; en el exterior, ha invadido y ocupado a Checoslovaquia, ha emplazado numeroso efectivos militares a lo largo de la frontera china, ha enviado tropas a Mongolia, ha apoyado a la camarilla traidora de Lon Nol (Camboya), ha reprimido la rebelión de los obreros polacos, ha intervenido en Egipto provocando la expulsión de sus especialistas, a desmembrado a Pakistán y ha realizado actividades subversivas en muchos países de Asia y Africa: toda esta serie de hechos han dejado obviamente descubierta su catadura repulsiva de nuevos zares y su reaccionaria naturaleza de “socialismo de palabra e imperialismo de hecho”. Mientras más maldades e infamias perpetre el revisionismo soviético, más pronto llegará el día en que sea relegado al museo de la historia por los pueblos de la Unión Soviética y del resto del mundo.
DISPARATES BUROCRÁTICOS
El informe comenta enseguida que últimamente la camarilla renegada de Breshnev ha proferido muchos disparates acerca de las relaciones sino-soviéticas. Ellos pretendían que China estaba en contra de la distensión mundial, que no querían mejorar las relaciones sino-soviéticas, y cosas por el estilo. Lo decían para el pueblo soviético y otros pueblos, en un vano intento de sembrar cizaña en sus sentimientos de amistad hacia el pueblo chino y ocultar la nueva catadura de los nuevos zares. Lo decían sobre todo para los monopolistas con el deseo de ganarse más gratificaciones por su contribución a la lucha contra China y el comunismo. Ese es un viejo truco de Hitler, sólo que Brezhnev lo hace con mayor torpeza. Puesto que usted desea tanto aliviar la situación mundial, ¿por qué no hace una o dos cosas -por ejemplo, retirar sus tropas de Checoslovaquia o Mongolia y devolver al Japón las cuatro islas septentrionales-, para mostrar su sinceridad? China no ocupa territorios extranjeros. ¿Acaso necesita conceder al revisionismo soviético todo el territorio situado al norte de la Gran Muralla para demostrar que nosotros estamos a favor del relajamiento de la tensión mundial y que estamos dispuestos a mejorar las relaciones sino-soviéticas? El pueblo chino no se deja engañar ni intimidar. La controversia entre China y la Unión Soviética sobre las cuestiones de principio no debe ser un obstáculo para la normalización de las relaciones entre ambos países sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, y el problema fronterizo sino-soviético debe ser resuelto pacíficamente a través de negociaciones libres de toda amenaza. “No atacaremos a menos que seamos atacados; si somos atacados, contraatacaremos”. Este es un consecuente principio nuestro. Nosotros cumplimos lo que decimos.
COMO TRATAR AL IMPERIALISMO
Aquí -continuó Chou En-lai-, debemos señalar que es preciso distinguir la confabulación y los compromisos entre el revisionismo soviético y el imperialismo norteamericano de los compromisos necesarios entre los países revolucionarios y los países imperialistas. Lenin decía muy bien: “Hay compromisos y compromisos. Es preciso saber analizar la situación y las circunstancias concretadas de cada compromiso o de cada variedad de compromiso. Debe aprenderse a distinguir al hombre que ha entregado a los bandidos su bolsa y sus armas, con el fin de disminuir el mal causado por ellos y facilitar su captura y ejecución, del que da a los bandidos su bolsa y sus armas para participar en el reparto del botín”. (La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo).
Corresponde al primer caso lo que hizo Lenin al firmar el tratado de Brest-Litosvk con el imperialismo alemán, corresponden al segundo los compromisos practicados por Jrushov y Brezhnev, renegados de Lenin.
Lenin señaló en repetidas ocasiones, destaca el informe, que el imperialismo significa agresión y guerra. El presidente Mao apunta en su declaración del 20 de mayo de 1970. “Subsiste el peligro de una nueva guerra mundial; los pueblos del mundo deben estar preparados. No obstante, la principal tendencia del mundo actual es la revolución”. Los pueblos, que despiertan de día en día podrán impedir la guerra siempre que tengan una clara visión del rumbo a seguir, agucen su vigilancia, fortalezcan su unidad y persistan en su lucha. Si el imperialismo se obstina en desencadenar la guerra, esta ocasionará inevitablemente revoluciones aún más grandes en el ámbito mundial y acelerará su propia ruina.
IR CONTRA LA CORRIENTE
En el informe de Wang Jung-wen sobre los estatutos se destaca la siguiente orientación fundamental para todo verdadero combatiente revolucionario: Es necesario tener la valentía revolucionaria de ir contra la corriente. El Presidente Mao ha señalado: “Ir contra la corriente es un principio del marxismo-leninismo”. Al discutir la revisión de los Estatutos del Partido, muchos camaradas, recordando la historia del Partido y sus propias experiencias, consideraron que se trataba de una cuestión de suma importancia en la lucha entre las dos líneas dentro del Partido. Durante los primeros tiempos de la revolución democrática, en varias ocasiones dominaron líneas erróneas en nuestro Partido, y durante los últimos tiempos de la revolución democrática y el período de la revolución socialista, cuando ha prevalecido la línea correcta representada por el Presidente Mao, también se han dado casos aleccionadores en que alguna línea o punto de vista erróneo ha sido tomado como correcto y apoyado por mucha gente durante un tiempo. La correcta línea representada por el Presidente Mao ha sostenido resueltas luchas contra estos errores y ha obtenido la victoria. Frente a las cuestiones que atañen a la línea y la situación en su conjunto, un auténtico comunista debe atreverse a ir contra la corriente, sin consideraciones egoístas y sin temer a la destitución, la expulsión del Partido, el encarcelamiento, el divorcio, la muerte.