Norman Alarcón
En el sitio La Frutera, a un kilómetro del casco urbano de Ciénaga, confluyeron el 15 de abril más de ochocientos manifestantes que coparon la vía más importante de la Costa Atlántica, atendiendo la convocatoria de Recalca y el Comando Unitario del Magdalena. Eran trabajadores y pensionados, maestros, campesinos, estudiantes, pescadores, productores de banano, café y frutas, que llegaban desde varios municipios del departamento y, en especial, de la Sierra Nevada y la Zona Bananera. Participaban así en la Movilización Andina contra el Alca y los tratados de libre comercio que sólo benefician a las multinacionales y al capital financiero norteamericano.
Durante el desfile exhibieron las pancartas y agitaron consignas en defensa de la soberanía nacional, la producción agraria, industrial y pesquera y los derechos de los trabajadores y el pueblo; rechazaron el modelo neoliberal que aplica el gobierno de turno; condenaron las pretendidas fumigaciones aéreas en los parques naturales nacionales, como la hermosa Sierra Nevada de Santa Marta, y denunciaron la privatización de la salud, la educación y los servicios públicos en general.
El Monumento a los Mártires de las Bananeras, en el centro de Ciénaga, fue el escenario donde culminó la gran movilización. Allí intervinieron los dirigentes regionales Antonio Peralta, presidente del Sindicato de Educadores (Edumag); Ángel Manjarrés, presidente de la CUT; Leonel Juvinao, presidente de Salvación Agropecuaria y cerró con una vibrante intervención patriótica el padre Bernardo Hoyos, máximo dirigente del Movimiento Ciudadano (en la foto).