LOS PETROLEROS EN BATALLA DECISIVA

Para poder liquidar la principal empresa del país, el gobierno necesita arrasar con los defensores históricos de nuestro petróleo, los trabajadores afiliados a la USO.

El jueves 22 de abril los trabajadores de la Refinería de Barrancabermeja y de los campos de El Centro y Casabe, reunidos frente a las alambradas y los piquetes de soldados y policías que custodian el complejo industrial, iniciaron la huelga general en Ecopetrol. Los acompañaban delegaciones de la CUT, la CGTD y el Foro Social de Barranca. Luego se fueron sumando uno a uno todos los distritos de la empresa: la refinería de Cartagena, los campos, refinería y oleoducto del Putumayo y Nariño, los campos y la refinería del Meta, los de Sabana de Torres y el Catatumbo, así como toda la red nacional de poliductos, al igual que el pequeño contingente de afiliados de las oficinas centrales de Bogotá.

Desde el mismo jueves no han cesado las movilizaciones en todas las ciudades sedes de la industria petrolera.

El viernes se vinculó un centenar de pensionados que dirigen trabajadores de contratistas, otro tanto de aprendices del Sena a los que irresponsablemente Yanovich pretendía poner a operar la refinería, y por lo menos 500 trabajadores de contratistas que le hacen mantenimiento.

Los pensionados en Bucaramanga, en multitudinaria asamblea, declararon el apoyo a la huelga y aprobaron tareas de movilización y aportes económicos para el movimiento. En Sabana de Torres y Puerto Wilches se realizaron foros sobre la política petrolera con asistencia masiva de la población y representantes de la Iglesia.

Monseñor Jaime Prieto Amaya, obispo de Barrancabermeja, el director de Pastoral Social, padre Eliécer Soto, y el alcalde de Barranca, Édgar Cote, han respaldado públicamente los objetivos de la protesta y acompañado al sindicato en los diversos actos. El Concejo de Barranca programó un cabildo abierto al que asistieron los congresistas Jorge Enrique Robledo, Wilson Borja, Venus Albeiro Silva y Álex López, quienes seguidamente acompañaron una nutrida manifestación.

En Cartagena, Medellín, Cali, Villavicencio y Medellín se han efectuado manifestaciones, mítines y conferencias en solidaridad con los huelguistas.

La unidad en el sindicato se ha consolidado y el sindicalismo colombiano convierte en suya esta patriótica gesta.

Los motivos de la huelga

Las causas centrales del conflicto son: extender los contratos de asociación hasta el agotamiento de los yacimientos, pues hoy estipulan que terminados los 22 años de explotación deben revertir al Estado los pozos e instalaciones, quedándose con el cien por ciento de la producción. Uribe ordenó prorrogar el contrato del gas de la Guajira con la Chevron-Texaco, el contrato especial de Las Monas con la OXY, que produce crudo y gas en Sabana de Torres, y se está procediendo en el mismo sentido con Caño Limón, en Arauca, igualmente de la OXY. Sólo en la Guajira se dejarán de percibir 90 millones de dólares, según el contralor. Otros cálculos estiman que subirán a 300 millones.

El modelo de contrato dado a conocer por el ministro de Minas, y diseñado por la Asociación Nacional de Hidrocarburos, ANH, es exactamente igual al contrato de concesión firmado con la Troco para explotar los campos de Barranca a principios del siglo XX. El 100% de la producción será para las multinacionales; el país solo recibirá lo correspondiente a impuestos y regalías, situación a la que ya retrocedimos en el carbón y el ferroníquel, y que atenta severamente contra el interés de la nación y causa de la pérdida de miles de millones de dólares.

La administración de Ecopetrol ha decidido permitir la entrada de las multinacionales a los campos propios de la Empresa, entregándoles parte de la producción, hoy de 110 mil barriles diarios, obtenidos a un costo promedio de 11 dólares cuando el precio de venta internacional está en 38. Esta medida ya se tomó en los campos de El Centro, con la OXY, y se negocia la entrega del campo Provincia, con Petrosantander. La medida ha causado gran indignación entre la población de Barrancabermeja y Sabana de Torres.

Estas medidas complementan el decreto 1760 de 2003, expedido por Uribe con el fin de quitarle el manejo de las reservas a Ecopetrol, convertirla en sociedad por acciones y crear la ANH como ente de bolsillo de las multinacionales, todo con el fin de liquidar en corto plazo la principal empresa del país.

Para alcanzar tan antinacionales despropósitos necesitan arrasar con los defensores históricos de nuestro petróleo, la USO. Para ello se ha dispuesto arrebatarles a los trabajadores la convención, mediante un arbitrario laudo; utilizar todo el poder de la represión oficial y negar cualquier negociación. Hasta los derechos de los pensionados pretenden ser conculcados, al plantear que el fondo pensional se invierta en acciones de la nueva Ecopetrol S.A, cuando a todas luces el gobierno le está apostando a liquidarla.

La USO ha resuelto salir a librar la batalla por la defensa del patrimonio público más importante de la nación, Ecopetrol, recuperar la convención colectiva, impedir el despido de los trabajadores temporales y la desmejora de los salarios a los de contratistas, y defender, en últimas, la contratación colectiva. La huelga es de gran contenido patriótico y democrático: reivindica el manejo soberano de los hidrocarburos y el derecho de los trabajadores a negociar sus condiciones de trabajo.

El movimiento sindical ha de tomar como suya esta pelea, procurar que los más amplios sectores de la población comprendan su crucial importancia y la acompañen con manifestaciones concretas de solidaridad.